sábado, 12 de noviembre de 2011

Mujeres que dan el pecho más de 6 meses son menos propensas al cáncer de mama

Las mujeres que dan el pecho a sus hijos durante más de seis meses tienen menos posibilidades de padecer cáncer de mama, según un estudio de la Universidad de Granada (sur de España).

En concreto, el riesgo de sufrir esta enfermedad disminuye a un ritmo del 4,3 % por cada año que una mujer amamanta a sus hijos, informó el centro académico.

La investigación, liderada por la catedrática del departamento de Enfermería María José Aguilar Cordero, ha descubierto que la lactancia materna es un método eficaz para prevenir el cáncer de mama.

El estudio ha revelado una correlación significativa entre la edad de diagnóstico del cáncer, el tiempo de lactancia materna y la existencia de antecedentes familiares y personales de cáncer, y ha demostrado que no existe relación entre la edad media de diagnóstico del tumor y el hecho de haber tenido o no descendencia, en contra de lo que muchas personas piensan.

Para llevar a cabo el trabajo, los investigadores trabajaron con una muestra de 504 mujeres de entre 19 y 70 años, diagnosticadas y tratadas de cáncer de mama en el Hospital San Cecilio de Granada entre los años 2003 a 2008. El análisis de los datos refleja cómo del total de la muestra (504), solo 135 mujeres no habían tenido descendencia, mientras que 369 mujeres habían tenido al menos un hijo.

En relación con el factor de riesgo paridad, no se hallaron diferencias estadísticamente significativas entre la edad media de diagnóstico del cáncer y el hecho de haber tenido o no descendencia.

Los investigadores destacan que en la actualidad no existe consenso entre los científicos acerca del papel protector del embarazo y la lactancia frente al desarrollo del cáncer de mama en la mujer. No obstante, señala Aguilar, “es evidente que ambos procesos influyen positivamente en la diferenciación del epitelio mamario y en la reducción de los niveles de ciertas hormonas, como los estrógenos, cuyos efectos se relacionan con el cáncer de mama.”
Los autores de este trabajo creen que, basándose en sus resultados, y en alusión a lo descrito por otros investigadores, la incidencia de cáncer de mama en los países desarrollados podría reducirse en más del 50 % entre aquellas mujeres con descendencia si dan el pecho y por más tiempo a sus hijos.

martes, 8 de noviembre de 2011

Esteroides pueden afectar al desarrollo del cerebro de bebés prematuros

Los bebés prematuros a los que se les suministra medicamentos con esteroides al nacer tienen un riesgo mayor de sufrir problemas de crecimiento del cerebelo, según un estudio publicado en la revista "Science Translational Medicine".

Habitualmente se administran dosis bajas de glucocorticoides, una clase de hormonas esteroides, para apoyar la maduración pulmonar, la normalización de la presión arterial y la respiración de estos bebés que nacen antes de los nueve meses de gestación.

La Academia Americana de Pediatría desaconsejó en 2010 que se administraran grandes dosis de dexametasona a los bebés después del nacimiento, pero indicó que no había pruebas suficientes para hacer una recomendación en relación con otras dosis de glucocorticoides.

El estudio actual no encontró relación de efectos en el desarrollo de niños prematuros cuyas madres tomaron betametasona antes de nacer.

Sin embargo, los bebés prematuros a los que se les aplicó bajas dosis de hidrocortisona o dexametasona después del nacimiento tuvieron, en promedio, un volumen un 10 por ciento menor del cerebelo, una región fundamental del cerebro asociada con el equilibrio, el aprendizaje motor, lenguaje y comportamiento.

"Este estudio ofrece nueva evidencia de que estos fármacos, incluso en dosis bajas, se asocian con la alteración del desarrollo del cerebelo cuando se da a los bebés después del nacimiento", señaló Emily Tam, neuróloga infantil en la sala de cuidados intensivos neurológicos en el Hospital de UCSF Benioff y autora principal del estudio.

Los impactos a largo plazo sobre el desarrollo cognitivo y motor tendrán que ser evaluados a través de exámenes neurológicos y pruebas de desarrollo, cuando los niños estén en edad escolar, pero según apunta, estudios previos han demostrado que los niños prematuros con un volumen del cerebelo inferior tienen alteraciones motoras y cognitivas en la adolescencia.

El estudio se centró en 172 bebés prematuros nacidos entre 2006 y 2009, de los cuales 85 por ciento recibieron betametasona antes de nacer y el 20 por ciento hidrocortisona o dexametasona después de nacer, a los que se realizó una resonancia magnética.

Según explica el estudio, la betametasona se da a menudo a las madres para acelerar la maduración pulmonar del bebé, mientras que la hidrocortisona o dexametasona se puede administrar a los recién nacidos prematuros para ayudarles a mantener una presión arterial normal o para acortar el período de tiempo que necesita estar con un tubo de respiración asistida.

"Desafortunadamente, no tenemos buenos tratamientos alternativos en este momento. La presión arterial baja y dificultad para respirar son grandes problemas para los bebés prematuros, con graves consecuencias a largo plazo para el desarrollo del bebé", dijo Tam.

No obstante, con esta nueva información, la doctora señaló que "los médicos deben tener en cuenta los posibles efectos negativos sobre el desarrollo cerebral, al considerar los riesgos y beneficios a bebés prematuros, y cuando sea posible, considere otras opciones de tratamiento en primer lugar", agregó.

Doulas, las comadronas del siglo XXI

En griego la palabra doula significa "esclava de la mujer" y hace referencia a las mujeres que además de servir a sus patronas, se especializaban en acompañarlas en el trance del parto y luego durante la etapa de amamantamiento. Esta tradición fue olvidada durante un tiempo, pero alrededor de 25 años atrás fue retomada por los países más desarrollados, convirtiendo a estas mujeres en unas verdaderas comadronas modernas cuya misión consiste en asistir a quienes están a punto de convertirse en madres.

"Una doula es una mujer que ha pasado por la experiencia de parir idealmente gracias al cóctel de hormonas del amor, es decir, que se ha desatado en ella la oxitocina natural, las endorfinas, la serotonina. Y desde la experiencia puede acompañar a otras mujeres en el parto dándoles sensación de seguridad", explica Macarena Mardones, quien trabaja como doula en Chile (www.naceralavida.cl).

En términos prácticos, las doulas acompañan a las parejas durante el embarazo, reuniéndose con ellas una vez al mes y realizándoles un taller de educación prenatal. Hay mujeres que sienten la necesidad de ser acompañadas desde el comienzo de la espera, en cambio otras llegan cuando ya están en las semanas finales.

Sin embargo, su labor fuerte comienza con las primeras contracciones de parto. Sea la hora que sea, ella acude al domicilio de la pareja con el objetivo de que todo lo que ocurre previo al nacimiento no se convierta en algo tenso o traumático, sino que, por el contrario, sea una experiencia inolvidable. En ese sentido, su trabajo consiste en dar masajes a la madre, encender velas, bajar las luces, entre otras cosas, y también ayudar a la pareja a que el traslado a la clínica sea tranquilo y lo más alejado posible de esas imágenes que se muestran en las películas donde madre y padre corren desesperados porque su hijo va a llegar al mundo.

"La ayuda de la doula es silenciosa", sostiene Macarena Mardones, y agrega que su labor no es médica, sino que de ayuda y complemento al equipo médico que atiende a la embarazada.

Macarena Mardones ha participado en 24 partos, de los cuales aproximadamente un 30% se ha realizado en casa, mientras que los restantes en maternidades. También ha estado en cesáreas. "Una vez pude estar adentro del pabellón y fue una cesárea humanizada, amorosa, pusimos música, también bajamos un poquito las luces en el momento en que salía la guagua, con una mamá tranquila, que recibía mensajes positivos", relata.

Así, el trabajo de las doulas no sólo sirve para nacimientos naturales, sino que para el tipo de parto que la madre quiera tener. Porque ella es la que tiene la última palabra, ya que debe experimentar una sensación de seguridad, la que -según Macarena Mardones- "es la necesidad básica más importante de una mujer en trabajo de parto".

Los padres tampoco son dejados de lado, ya que las doulas también los ayudan a contener su nerviosismo. "La doula no reemplaza a la pareja, sino que acompaña a ambos dos en el proceso, trabaja en equipo con los dos", dice Macarena Mardones.

Experiencia en Chile

En nuestro país existen alrededor de 30 o 40 doulas, de las cuales sólo tres o cuatro están realmente activas, entre ellas Macarena Mardones. Quienes deseen convertirse en una deben pasar por un proceso de formación realizado por alguna organización que las entrene y certifique. En Chile, por ejemplo, en dos oportunidades ha habido formaciones realizadas por DONA (Doulas of North America). También hay organizaciones en el Reino Unido y Suiza.

Macarena Mardones afirma que cualquier tipo de mujer puede recurrir a una doula, aunque en su caso la mayoría de las veces son mujeres que se han informado y han conocido sobre las doulas a través de Internet. Asimismo, explica, muchas de las que han llegado hasta ella son mujeres de otros países o chilenas casadas con extranjeros.

Otro tanto llega a través de los equipos médicos con los que ella trabaja en varias clínicas, como la Alemana, Santa María, Indisa o Bicentenario. Eso sí, sostiene, son mujeres que tienen un embarazo sano, están felices de esperar un hijo, disfrutan de su cuerpo, se alimentan bien, hacen actividad física, trabajan sus temas emocionales, están intentando traspasar las barreras del miedo y que están muy vinculadas con sus parejas.

Macarena Mardones señala que en el caso de Chile, las Salas de Atención Integral al Parto (SAIP) también han ayudado mucho a que las doulas puedan realizar su trabajo, ya que gracias a ellas se puede generar un ambiente grato en la clínica. "Es una fiesta, es maravilloso", concluye.