jueves, 8 de diciembre de 2011

¿Desde cuándo sienten dolor los fetos?

SANTIAGO.- La vida intrauterina plantea aún muchas interrogantes al mundo de la ciencia, pero cada día se realizan nuevos y asombrosos descubrimientos; desde la interacción que existe entre gemelos en el útero o cómo los fetos pueden reconocer sonidos y voces desde muy temprano, hasta conocer complejos procesos asociados a la formación del cerebro y sus tempranas capacidades.

Así, por ejemplo, se ha visto que a las 22 semanas de gestación, el feto ya muestra actividad cerebral, aunque en forma intermitente (medida a través de un encefalograma). Dos semanas después, la señal será continua. Es entonces cuando aparecen unos patrones básicos de sueño y vigilia.

En tanto, a la semana 26 se establecen las primeras conexiones cerebrales, un proceso que se realiza en forma más acabada en la semana 30. Asimismo, se ha observado que fetos en el tercer trimestre tienen cierta habilidad de “aprender, es decir, de acostumbrarse a estímulos determinados e, incluso, dar respuestas de memoria a corto plazo.

¿Sienten dolor?

El doctor Jorge Carvajal, gineco-obstetra de la División de Obstetricia y Ginecología UC, y especialista en medicina materno fetal aclara que no es fácil determinar en qué momento un feto comienza a sentir dolor, en primer lugar “porque no existe un parámetro claro (o sobre el cual exista consenso) para decidir a qué debemos llamar ‘sentir dolor’”. Sin embargo, el concepto más frecuentemente expresado en el ámbito científico es que los fetos son capaces de sentir dolor desde las 26 semanas en adelante”.

En efecto, varias investigaciones han demostrado que a partir de ese momento el feto ya cuenta con los circuitos cerebrales necesarios para sentir esta sensación y que se producen reacciones bioquímicas similares a lo que consideramos dolor.

“La experiencia personal también muestra que los recién nacidos prematuros extremos presentan respuestas frente a estímulos dolorosos, incluyendo los nacidos desde las 26 semanas en adelante”, indica el doctor Carvajal.

Asimismo, mediante experimentos en animales -principalmente en ovejas- se ha demostrado que todos los sentidos están activos mientras el feto está in útero: visión, gusto, tacto, audición. Sólo la capacidad olfatoria no ha podido ser demostrada, por estar en un medio líquido.

Si bien una reciente investigación de la University College London sostiene que los bebés pueden distinguir diferentes estímulos dolorosos recién a partir de la semana 35 de gestación (con reacciones cerebrales específicas, muy similares a las de un niño o adulto), los mismos autores -liderados por la doctora Rebeca Slater- reconocieron que “no podemos afirmar que antes de este cambio en su actividad cerebral los fetos no sientan dolor".

Por otro lado, se trata de resultados que aún deben ser confirmados a través de otros estudios más amplios y acabados.

De todas formas, el doctor Carvajal recalca que la percepción del dolor, tal como la sienten los adultos, no debiera ser el único parámetro a considerar a la hora de realizar una intervención que ponga fin a la vida de un feto en desarrollo. “La decisión respecto de si es éticamente admisible el aborto, obviamente, va mucho más allá del hecho de sentir dolor o no. La decisión se basa en reflexiones respecto al momento en el cual el embrión/feto debe ser considerado persona humana y, por lo tanto, sujeto de todos los derechos que concedemos a los humanos como el derecho a la vida”, concluye este especialista.

Nacimientos de bajo riesgo no requieren hospital y pueden hacerse en casa

LONDRES. — Un estudio nuevo realizado en Inglaterra mostró que existe poca diferencia en complicaciones entre los bebés de mujeres con embarazos de bajo riesgo que dieron a luz en hospitales y los de aquellas que parieron con comadronas en casa o en salas de partos.

Con base en tales hallazgos, investigadores señalaron que las mujeres con embarazos sin complicación en Inglaterra deberían poder escoger dónde quieren dar a luz; y un experto dijo que aproximadamente la mitad de todas las mujeres embarazadas en el país podrían potencialmente dar a luz con seguridad fuera de un hospital.

Pero hicieron una advertencia respecto a madres primerizas y sus bebés, quienes pueden enfrentar un riesgo mayor y eligen un nacimiento en casa.

“Nunca diría que una mujer debería dar a luz en un lugar particular, pero espero que esto dé a las mujeres más información para tomar una decisión informada”, dijo el doctor Peter Brocklehurst, director del Instituto para la Salud de las Mujeres en el University College Hospital en Londres, uno de los principales autores del estudio. El dirigió la investigación en la Universidad de Oxford.

“El nacimiento no es un proceso anormal, es un proceso psicológico”, señaló. “Y si se está embarazada y la labor de parto no es complicada, entonces no se requiere un alto nivel de pericia específica”, indicó.

Brocklehurst agregó que aproximadamente 50% de las mujeres embarazadas en Inglaterra —las que están en bajo riesgo— deberían poder escoger dónde tener a su bebé.

Actualmente, más de 90% de las mujeres embarazadas en Inglaterra dan a luz en un hospital. Algunos funcionarios dicen que el nuevo estudio debería motivar a las mujeres a considerar alternativas. “Se trata de dar a las mujeres una posibilidad de escoger”, dijo Mary Newburn, del grupo NCT, un organismo caritativo británico para padres, uno de los autores del estudio.

Señaló que las salas de partos en Inglaterra manejadas por comadronas tienen un ambiente más parecido al hogar, con privacidad, sofás y tinas de nacimiento. En Gran Bretaña, las parteras ya reciben más de 60% de los bebés. Se proporciona una atención similar en Holanda, donde aproximadamente una cuarta parte de todos los nacimientos ocurren en casa.

En el resto de Europa, la mayoría de los nacimientos son atendidos por doctores, aunque también pueden estar involucradas comadronas. En Estados Unidos, sin embargo, menos de 1% de los nacimientos ocurren en casa.