domingo, 31 de agosto de 2008

Día Internacional de la Matronería

Saludo de Presidenta Nacional, señora Anita Román Morra, a las y los colegas en conmemoración de esta importante fecha.
En el Día Internacional de la Matronería:Unión, solidaridad y proyección futura

Matronas, matrones, alumnas y alumnos de Obstetricia:

Como es ya una tradición casi bicentenaria, marcada por el inicio de nuestra formación universitaria en 1834, el 31 de agosto es una fecha que hemos consagrado para reunirnos como una gran familia y a la que hemos llamado -junto a otros países latinoamericanos- “El Día Internacional de la Matrona”, oportunidad que se transforma en una fiesta animada por la camaradería, el abrazo fraterno y la simple alegría de compartir una vocación.

En esta ocasión, después de muchos años y ocupando el mismo título del anterior discurso, tengo el placer de comunicar a todas y todos, que con mucha propiedad podemos sentirnos orgullosas y orgullosos de haber elegido esta profesión.

Reitero, con mucha propiedad, ya que en estos tiempos de modernización, el nuevo modelo de atención en salud requiere sin lugar a dudas de la participación activa de un equipo de salud interdisciplinario, pero la puerta de entrada a este equipo para todo ser humano, aún antes de ser concebido, aquí en Chile, es la matrona o el matrón. La pertinencia de nuestro título para realizar acciones en las actuales políticas públicas es tan amplia, que nos permite desarrollar nuestro rol, no sólo en las que derivan del ámbito sanitario, sino que también en aquellas que son fundamentales para la produción de impactos sociales y educacionales que permitirán el crecimiento y desarrollo humano, lo más cercano a un ambiente libre de adicciones, libre de violencia, sembrando desde nuestro quehacer las primeras raíces que aportarán a la sociedad, indivuos sanos, inteligentes, útiles a la sociedad, es decir, somos la mano de la salud que aporta al país la base misma de la economía del futuro. Señoras y señores, somos de altísimo valor.

Lo anteriormente expuesto, requirió de este Directorio Nacional un cambio profundo en nuestra gestión, que nos obligó a dar una mirada de modernidad y de futuro, siendo nuestro desafío, en un esfuerzo colectivo, ganar espacios de reconocimiento a nuestro quehacer profesional. Sin embargo, la cohesión de fuerza frente a mayores logros es y continuará siendo nuestro propio reconocimiento. Por ello, seguimos sumando el aporte, las iniciativas, las inquietudes de las mayorías, principalmente de las más alejadas y también de aquellos que aún miran con excepticismo el integrarse y marchar con sus pares y su organización gremial, sobretodo de las y los más jóvenes.

Matronas y Matrones, la tarea es enorme y el camino está marcado, están todas y todos invitados a recorrerlo.

Un saludo fraternal,Anita Román Morra
Presidenta Nacional Colegio de Matronas de Chile

martes, 26 de agosto de 2008

Día de la Matrona: ¿Por qué un 31 de Agosto?

Porque en el Marco del II Congreso Interamericano de Obstetrices, realizado en Lima – Perú, en el año 1962, se acordó festejar en esa fecha en los países de Latinoamérica, el Día de la Obstetríz, Obstétrica, Partera, Comadrona, Matrona, coincidentemente con la celebración del día de San Ramón Nonato, considerado patrono de las parturientas y las parteras debido a las circunstancias de su nacimiento

San Ramón nació de familia noble en Portell, cerca de Barcelona, España en el año 1200. Recibió el sobrenombre de non natus (no nacido), porque su madre murió en el parto antes de que el niño viese la luz, le hicieron cesárea para que el niño pudiera nacer. Con el permiso de su padre, el santo ingresó en la orden de los Mercedarios. San Pedro Nolasco, el fundador, recibió a Ramón en Barcelona.
Progresó tan rápidamente en virtud que, sucedió a San Pedro Nolasco en el cargo d
e "redentor o rescatador de cautivos". Enviado al norte de África con una suma considerable de dinero, Ramón rescató en Argel a numerosos esclavos. Cuando se le acabó el dinero, se ofreció como rehén por la libertad de ciertos prisioneros cuya situación era desesperada y cuya fe se hallaba en grave peligro. Pero el sacrificio de San Ramón no hizo más que exasperar a los musulmanes, quienes le trataron con terrible crueldad. Sin embargo, el gobernador, temiendo que si el santo moría no se pudiese obtener la suma estipulada por la libertad de los prisioneros a los que representaba, dio orden de que se le tratase más humanamente. Con ello, el santo aprovechó para confortar y alentar a los cristianos y hasta llegó a convertir y bautizar a algunos mahometanos. Al saberlo, el gobernador le condenó a morir empalado, pero quienes estaban interesados en cobrar la suma del rescate consiguieron que se le conmutase la pena de muerte.
San Ramón volvió a instruir y exhortar tanto a los cristianos como a los mahometanos. El gobernador, enfurecido ante tal audacia, ordenó que se le perforasen los labios con un hierro candente. Mandó ponerle en la boca un candado, cuya llave guardaba él mismo y sólo la daba al carcelero. En esa angustiosa situación pasó San Ramón ocho meses, hasta que San Pedro Nolasco pudo finalmente enviar algunos miembros de su orden a rescatarle.
A su vuelta a España, fue nombrado cardenal por Gregorio IX, pero permaneció tan indiferente a ese honor, que no cambió su manera de vivir. El Papa le llamó más tarde a Roma. San Ramón obedeció, pero emprendió el viaje como el religioso más humilde. Dios dispuso que sólo llegase hasta Cardona, a unos diez kilómetros de Barcelona, donde le sorprendió una violenta fiebre que le llevó a la tumba. El santo tenía aproximadamente 36 años cuando murió el 31 de agosto de 1240.

San Ramón Nonato es el patrono de las embarazadas, las parteras (matronas), y los recién nacidos debido a las circunstancias de su nacimiento. También de personas acusadas con falsedad, y contra la fiebre.